jueves, 20 de marzo de 2014

LA PESTE. ALBERT CAMUS

Vida : Nace el 7 de Noviembre de 1913 en Modovi, Argelia francesa. Padre Lucien Camus de origen alsaciano que trabajaba para un comerciante de vinos. Madre Catalina Sintes, de origen menorquín. El padre  muere en Octubre del 14 en la batalla del Marne.
Tiene un hermano mayor, también Lucien. Cuando fallece el padre se trasladan a vivir a Argel con la abuela materna. Barrio y familia muy humildes. La madre con acusada sordera y de escasas palabras. En alguna foto he visto que era guapa, de rasgos finos. Albert siempre la idolatró y creo que transcribe su figura en la madre del Dr. Rieux en La peste. ( No creo que idolatró sea el verbo adecuado porque idolatría es venerar un Dios falso y la madre, aunque analfabeta, era una diosa verdadera. Pongamos adoró.)
Nada mejor  para transcribir sus primeros años que su libro póstumo El primer hombre. Publicado en 1994 por su albacea, su hija Catherine. Su pobreza, el papel de la abuela, sus juegos, sus amistades y, sobre todo la importancia de sus maestros . Louis Germain y Jean Granier. La carta que escribe a Louis Germain a raíz de recibir el Nobel emociona la cien vez que la lees como  la primera vez, señal indudable de que estamos ante una relación maravillosa de maestro y discípulo y de la calidad humana de ambos. Está recogida como apéndice en el libro citado.
Afectado por la tuberculosis desde los 13 años. Tuvo varios episodios , también de adulto, que precisaron temporadas de reposo. Era el tratamiento de la época hasta la aparición de la estreptomicina, ya entrados en los años 40 del pasado siglo.
Estudia Filosofía en Argel. Comienza a escribir muy joven y a participar muy activamente en actividades culturales. Pertenece al PC de 1936 a 1937.  En 1940 abandona Argel y se instala en París. Trabaja pronto en la editorial Gallimard y dirige Combat.
Es famoso su enfrentamiento con Sartre-Beauvoir que le criticaron de forma acerva. Dicen las malas lenguas que esta última porque no llegó a acostarse con él.
Casado dos veces . La primera con Simone Hie ( 1934-1936), guapa morfinómona, que le deja por un médico. La segunda con Francine Faure (1940 hasta la muerte de Albert) ,
Pianista y matemática, por lo visto gran intérprete de Bach, madre de mellizos: Catherine y Jean (1945), ambos abogados.  Catherine ha sido la encargada de mantener su legado y la responsable de la publicación, g.a.D., de El primer hombre.
Es de todos conocida su relación con María Casares, actriz, hija de un ministro de Azaña. Tuvo mucho éxito con las mujeres. Esto le hizo padecer a Francine que precisó ayuda psiquiátrica, no se si para bien o para mal.
Nobel en 1957 . Muere en accidente de automóvil el 4-Enero-1960 al chocar contra un árbol. Conducía Michel Gallimard. Acerca de su muerte hubo especulaciones sobre un posible atentado, (Berta Vías Mahou : Venían a buscarlo a él, Ed.Acantilado). Está enterrado en Lourmarin, en la Provenza. También Francine.
Una preciosa biografía, entre muchas otras, es la de Herbert R.Lottman, publicada en 1978 y en España en 1987 por Taurus. Ya recoge datos del manuscrito de El primer hombre.
Un buen libro para captar el pensamiento de Camus es el de su amigo, unos años más joven, también nacido en Argel, Jean Daniel : Camus, A contracorriente, Ed. Galaxia Gutenberg 2008). Jean Daniel , entre otros muchos escritos, ha dirigido Le nouvel observateur. Fue premio Príncipe de Asturias 2004.

Obra : El propio Camus enumeró ciclos o series .


1ª serie . Absurdo : El extranjero (1942). El mito de Sísifo. Calígula. El malentendido.
2ª serie. Rebelión : La peste (1947) El hombre rebelde. Los justos.
3ª serie . El amor desgarrado : La hoguera. Del amor. El seductor.
4ª serie . La creación corregida o El sistema que incluiría una gran novela, una gran meditación y una  obra no representable.
Más tarde insertó una nueva serie entre la 2ª y la 3ª  que incluiría La sentencia  y El primer hombre. La sentencia o el juicio debe corresponder a La caída (1956), pequeña en extensión pero gran novela. Tuve la oportunidad de verla en una adaptación teatral, magnífica. Su protagonista, Jean Baptiste Clamence, recuerda al Tarrou de La peste. Para algunos es la mejor obra de Camus.
Que yo sepa , su muerte prematura nos dejó sin la 3ª y 4ª series.
Hay que añadir numerosos artículos, diarios, otras obras teatrales . Su obra completa está bien editada en España, en cinco tomos por Alianza.

La polémica con Sartre se produce tras la publicación de El hombre rebelde (1951) y, en síntesis, versa sobre si el fin justifica los medios. Sartre y compañeros de ruta proponían que pese a sus defectos y desviaciones había que preservar la esperanza en el paraíso socialista y,pese a las evidencias del desastre, no se salió del sendero...Le soltaba frases como esta: Si no te gusta el comunismo ni tampoco el capitalismo, veo sólo una salida para tí : Las islas Galápagos... Camus, al revés , creía que al crimen hay que llamarlo crimen y había que denunciar el estalinismo. El fin no justifica los medios es una de sus grandes tesis.
También fue sonada la frase ante la interpelación de un argelino, supongo que de el FLN, durante la concesión del Nobel : Entre la justicia y mi madre , prefiero a mi madre. Fue sacada de contexto. En realidad dijo : En este momento se arrojan bombas contra los tranvías de Argel. Mi madre puede hallarse en uno de esos tranvías. Si eso es justicia, prefiero a mi madre.
Finalmente otra de sus frases : El hombre muere y no es feliz. Y Camus lo que pretende es aceptar nuestra finitud sin renunciar a enfrentarnos con el destino y tratando siempre de ser felices y facilitar la felicidad de los demás.
Jean Daniel, en la obra mencionada , aconseja que el mejor medio de acceder a la obra de Camus es comenzar por El primer hombre.

La peste : Creo que está construida con la técnica “Deus ex machina”, que nos enseña Blas. Cada personaje tiene un papel determinado, pero está hecho con tal arte que se entrelazan sin darnos cuenta. Mantiene la tensión como si fuera un policiaco, con un lenguaje sobrio y justo que facilita la lectura. Rieux actúa por una motivación ética , sin la expectativa de una justicia sobrenatural. Del mismo modo Grand, el artista de la amazona del bosque de Bolonia, o Tarrou agobiado por la culpa primigenia de su padre juez . Sólo Cottard disfruta con el caos. Pero Camus no le valora, ni le juzga, ni le condena. Allá cada cual con su conciencia.
Camus propone una moral basada en el ejercicio de la compasión, lejos del poder liberador de la crueldad revolucionaria. Es útil cualquier gesto o palabra que alivie el dolor de los semejantes. Está lejos del filósofo de profesión que tras su jerga se olvida del hombre concreto. No predicó el comunismo desde un castillo burgués. Así mismo huyó de los dogmas que dejan una estela de cadáveres en la historia.

¿ A quien de nosotros le preocupa ahora que los hombres mueran y no sean felices?. Ahora mismo no se aprecia una esperanza o fe en el hombre y su capacidad de mejora. Están entronizados el éxito, la fama, el dinero, el poder, como los cuatro jinetes de un nuevo Apocalipsis. Camus creía en la dignidad y nobleza del hombre sin necesidad de referencias religiosas, en el derecho a la felicidad  y en el empeño de su búsqueda. También en  ese derecho a la felicidad para  los menos favorecidos, tal y como lo vivió  en su infancia. Y en cuanto a mantener el empeño, como Sísifo, aunque no se logre nunca.

Sobre Albert Camus hay más de 2.500.000 resultados en internet y sobre La peste más de 550.000. Es inútil que yo trate de aportar una nueva opinión. Así que  voy a referir algo estrictamente personal.
Mi libro de La peste está editado en 1958 por ediciones Cid, autorizado por editorial Sur, de Buenos Aires. Después lo ha editado siempre en España Edhasa, que pienso debe ser heredera de Sur. La traducción es de Rosa Chacel. Hay algún fallo, pero está bien. El mío es una segunda edición, así que calculo que lo he leído en 1960, más o menos. Por entonces , supongo que saliendo de la adolescencia, uno andaba tratando de escoger su camino en la vida y me hice médico. Había leído otras novelas de médicos. Estaba la tremendista Cuerpos y almas de Maxence Van Der Meersch, La ciudadela de A. J. Cronin, El doctor Arrowsmith del Nobel Sinclair Lewis ( gran libro, por cierto). Todos ellos muy lejos del actual concepto de la medicina que nos proporcionan las series de TV, donde un hospital se convierte en un follatín ( no es una errata, he escrito follatín) o un médico genialoide actúa como un detective psicópata peligroso. Ninguno de estos ha influido en mí tanto como La peste que creo ha llegado a modelar mi carácter y mi forma de actuar y, confieso, que, por si tenía dudas , la he leído varias veces.
Gracias Camus.

Apéndices.

La peste es una infección producida por un bacilo, la yersinia pestis o pastereulla pestis.
Es endémica en roedores salvajes y, a veces, urbanos. Es la peste negra de la Edad Media. Se transmite al humano por la mordedura del animal o por una pulga infectada. En el humano adopta la forma bubónica o neumónica, según que la afectación principal sea en los ganglios o los pulmones. Es más grave y de evolución más rápida la forma neumónica. En caso de afectación de las vías respiratorias puede transmitirse por las gotitas de saliva . Hay una vacuna , aunque no es plenamente eficaz. Por supuesto, se trata con antibióticos. Viene esto a cuento porque , con alguna frecuencia, he oído o leído que hubo o hay una “ peste de cólera”, utilizando peste como sinónimo de epidemia. No, eso es un disparate. La peste es la epidemia producida por esa bacteria.

Carta de Camus a Louis Germain                                

Querido señor Germain : Esperé a que se apagara un poco el ruido que me ha rodeado todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza y su ejemplo, no hubiese sucedido nada de todo esto. No es que de demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello, continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido.
Lo abrazo con todas mis fuerzas.            Albert Camus           17-Noviembre-1957


César