Este es un libro especial. Se
publicó originalmente en 1965. Vendió unos cuantos ejemplares. John Williams ,su autor, falleció en
1994 sin haber logrado la fama que ahora tiene. Por presiones de otros lectores
cualificados, The New York Times, Ian Mc Ewam, Julian Barnes, Vila-Matas, o el
mismísimo Tom Hanks, sí el actor, ha continuado publicándose en ediciones
sucesivas. A mí me llega por una referencia de Rosa Montero en un artículo de
El País Semanal de hace pocos domingos. Y lo leo. En España lo ha publicado una
editorial canaria Ediciones de Baile del Sol en 2010, es decir, 45 años después de su
nacimiento. Ahora va por la 5ª edición y no sé cuántas reimpresiones. Han
pasado más de 50 años desde su publicación. Ha recorrido, creo que con éxito,
la mitad del camino para ser un clásico : los libros que se leen a los cien
años de su publicación. Es una recomendación de esas que llaman boca a boca,
que creo son las mejores. El Quijote fue un best seller en seguida, sin ninguna
mercadotecnia. Hoy día ya sabéis que hay que andar con la mosca detrás de la
oreja con los libros de éxito.
¿De qué trata?. Me recuerda a
Lucy Barton. Aquí el relato de la vida de Stoner es más pormenorizado, es más novela clásica. Un hijo de campesinos pobres va a la Universidad para estudiar
agricultura. Allí tiene una “iluminación”, eso que se llama un momento cumbre,
escuchando un soneto de Shakespeare y cambia sus estudios por la literatura, en
este caso inglesa, especializándose en la influencia grecolatina en la
literatura del Renacimiento… Y el libro explica su carrera profesional, sus
amistades, pocas, su familia, desgraciada, un gran amor maravillosamente
contado, su jubilación, su muerte, para leer de rodillas…Nada de particular.
Una vida como tantas otras. Lo terminas con el corazón encogido. He leído en
alguna parte que el autor, sin embargo, consideraba que el protagonista había
tenido una buena vida ya que había hecho lo que quería hacer. Stone es piedra.
Stoner no lo sé, puede que recto y duro como el granito de mi tierra,
consecuente en sus actos. Ahora, por sí tenéis también vuestra iluminación, os
copio el soneto de Shakespeare :
“En aquella época del año puedes contemplar en mí,
Cuando las hojas amarillas, ninguna ya o algunas cuelgan
De esas ramas que se agitan frente al frío,
Desnudos coros ruinosos en los que tarde cantaban dulces pájaros.
En mí ves el ocaso de aquel día
Después de que la puesta de sol se funda en poniente
Por la negra noche arrebatada,
La otra cara de la Muerte, que condena al descanso.
En mí ves el resplandor de aquel fuego,
El que sobre las cenizas de su juventud yace,
Como el lecho de muerte en el que ha de expirar,
Consumido por aquello que le alimentaba.
Esto percibes, lo que hace tu amor más fuerte,
Amar bien aquello que debes abandonar pronto.”
Leedlo por favor. Me lo vais a
agradecer.
César