En relación con la novela del mes de diciembre "Donde nadie te encuentre" de Alicia Gimenez Barlet, propuesta por nuestra tertuliana Flor y basada en la biografía del maqui Florencio Pla Meseguer "La Pastora", apodado "el maqui hermafrodita", he observado que no han habido comentarios ni mención alguna sobre esta interesante historia y creo que es justo que quede constancia en nuestro blog, aunque sea a través de mi opinión personal que no se ha de entender como portavoz o resumen de las opiniones de los tertulianos habituales.
El tema de la novela generó comentarios subjetivos y acalorados por parte de todos los asistentes y los que no vinisteis, pues eso que os perdisteis. En principio, el hecho de que sea una historia verídica, me suscita un interés mayor, pues, sin olvidar que los novelistas trabajan con la ficción, cuando, como en este caso, la narración se sustenta en un personaje real y en unos hechos que acontecieron, es lógico pensar que la autora se ha debido documentar ampliamente, lo cual es un plus añadido para los que además de disfrutar del subjetivismo de la literatura nos gusta conocer detalles y singularidades de la Historia.
La novela está contada en dos planos que se solapan, la historia de un psiquiatra y un periodista, dos personalidades absolutamente dispares y la amistad y respeto que acaba surgiendo entre ellos a medida que se alejan de sus ambientes habituales y se adentran en un mundo hostil pero rudo y atrayente que provoca una sorprendente evolución y transformación personal en cada uno de ellos. También sirve de motivo para conectar al lector con el momento histórico de la España de la posguerra y como llegó a ser de despiadada y deshumanizadora, en este caso en las zonas rurales del Maestrazgo, donde las venganzas y los miedos, propiciaron actos de barbarie entre los “ganadores” representados en la novela por la guardia civil y el colectivo maqui, originariamente movidos por el objetivo de derrocar la dictadura y posteriormente convertidos prácticamente en meros bandoleros.
Por otro lado, la historia del maqui La Pastora, narrada en primera persona, desde su infancia hasta su detención y encarcelamiento doce años después de finalizada la guerra civil española.
Casi todos estuvimos de acuerdo en que el personaje de "La Pastora" nos resultó más atractivo psicológica y literariamente que los otros dos, y no es para menos. Un niño que nace con una malformación genital, en las primeras décadas de 1900, en un lugar, el Maestrat, donde el analfabetismo es la norma general, y al que se le inscribe como hembra cuando en realidad es un varón ya que así va a considerarse y será reconocido en su vida adulta.
Es un personaje de una complejidad psicológica tal, que quizá con razón, alguno de los amigos de la tertulia consideró que la autora se había quedado corta en su descripción. Quizá sí, pero al estar narrado en primera personal, hemos de tener en cuenta el tiempo y el espacio en el que se desarrolla la adolescencia y juventud de Teresa quien, pese a su inteligencia, no solo como personaje literario sino con toda seguridad también como persona real, no podría obsesionarse con complejas elucubraciones mentales acerca de su identidad sexual o de su integración social, simplemente porque carecería de instrumentos intelectuales, los que utilizamos nosotros en la tertulia para discernir y debatir acerca de su propia complejidad mental.
En este sentido creo que la autora supo perfectamente captar el sentir de Teresot. Primero como hembra, en el monte, aceptando su singularidad de bastante buen grado, y aprendiendo a vivir sola, con la única compañía de las ovejas, únicos seres vivos con los que se relaciona, a las que conoce una por una y con las que casi establece vínculos de relación (no necesariamente sexuales, algo que tampoco sería tan extraño en una persona que apenas conoce el contacto humano y que vive en absoluta soledad, prácticamente sin condicionamientos morales ni reglas sociales que pudieran generar sofisticados sentimientos de culpa). Esporádicamente baja al pueblo en donde se relaciona por breve tiempo y de forma superficial con otras personas con las que nunca llega a integrase ni a encajar. Teresa vive sola y más o menos se siente "feliz" con su vida, en una unión absoluta con la naturaleza, arropada por árboles, nubes, nieve, agua, aire. Una especie de Emile de Rousseau sin educar todavía ¿Y por qué no?.
Posteriormente y por sus conocimientos del entorno y detalles que se narran en la novela, entra a formar parte del colectivo maqui. Su vida da un giro, conoce el contacto humano y sentimientos como la amistad, la lealtad, el reconocimiento y respeto dentro del grupo. Aprende a leer. Define su sexualidad, pasa a ser un hombre y llamarse Florencio. Inicia una etapa completamente diferente, socializada, donde las normas del grupo (en este caso, los maquis) son seguidas sin cuestionarse la bondad o maldad de los hechos: asaltos a las masías, secuestros, asesinatos. Es cierto que son conductas principalmente de supervivencia, revestidas de principios morales (la lucha contra un régimen dictatorial al que todavía esperan poder derrocar). En cualquier caso y en la novela la autora lo explica muy bien, para Florencio no se trata de si está bien o mal, él pertenece a este grupo y tiene que actuar conforme se espera de él. Ya no hay vuelta atrás. Muy interesante el ritual que se autoimponen los maquis de vestirse y acicalarse antes de un asalto, siempre por la necesidad, creo yo, de no ser confundidos con simples bandoleros. Finalmente y a partir del abandono de la protección del partido comunista y habiendo sido asesinados o encarcelados prácticamente la totalidad del grupo, el propio Florencio explica la muerte de su último amigo y de como lo defendió hasta el final.
Aquí también se suscitó si los vínculos afectivos entre los dos hombres eran de carácter sexual, cosa que la autora, yo creo que con buen criterio, ni explica ni desmiente. A mi entender, lo importante para ambos sería la necesidad de compañía mutua para mitigar el miedo y la soledad, y que duda cabe, aumentar también las posibilidades de supervivencia.
Al final hay una breve explicación sobre la detención, encarcelamiento y última etapa de Florencio en libertad hasta su muerte, creo que en el 2004. Espantosa y conmovedora me parece la imagen de Florencio con barba vestido de mujer en la cárcel de mujeres.
Una historia en definitiva, sorprendente, impactante y triste, y que yo agradezco a Flor que me haya dado la oportunidad de conocer.
Eugenia
15/01/2013