Querido Arsenio:
No
resisto la tentación de seguir comentando la última tertulia. Fue un tanto
caótica por el cambio de las personas que nos atendían, el ruido criminal, el
paso continuo de gente de acá para allá, pero, para mí, sobre todo por el ruido
que me coloca fuera de órbita, sin enterarme de nada. Qué lo vamos a hacer.
Me
pareció entender que no te había gustado mucho el libro, que se podía dividir
en dos o tres novelas mezcladas. Para mí, sin embargo, esa es la gracia. Los
seres humanos vivimos nuestras diversas Odiseas de una u otra manera. Todos
tenemos nuestra Odisea.
El
autor, Daniel Mendelsohn, DM para abreviar creo que es Telémaco, el padre Jay
el propio Ulises y el abuelo paterno Poppy el padre de Ulises, Laertes. El
libro nos cuenta la vida de estos personajes, haciendo protagonista a
Jay-Ulises, mezclando sus peripecias con las de la propia Odisea. Y nos lleva
en volandas hacia acontecimientos claves de sus vidas, de todas las vidas en la
busca de su propia Itaca.
Casi al
comienzo D.M-Telémaco es llevado por su padre Jay-Ulises a ver al abuelo Poppy
-Laertes. Asiste impresionado a la comunicación entre ambos. A la vuelta vive,
con dignidad, la aventura del aterrizaje que después Jay contará en repetidas
ocasiones.
Jay, de
vida esforzada, tiene sus particulares frustraciones : no ser doctor, haber
abandonado el estudio de lenguas clásicas estando muy dotado para ello.
D.M.-Telémaco
, vive con terror su aprendizaje de Matemáticas por la incomprensión de su
padre. El sentimiento le dura cuando el padre, ya de más de ochenta años, le
dice que acudirá sus clases. El seminario, sin embargo, servirá para, a través
de las peripecias de la Odisea, aclarar la relación entre ambos sacando a la
luz su profundidad inconsciente. El padre le coge de la mano cuando un ataque
de ansiedad le impide bajar a la cueva de Calipso y así supera la prueba. O
cuando D.M. adolescente , aterrorizado, cuenta a sus padres que es gay y el
padre dice a la madre : Deja que hable
yo con él, sé algo de esto. En momentos clave ahí está el instinto paterno de
protección. Y finalmente, cuando termina el seminario, reconoce que es muy
bueno en lo suyo.
Las
vidas adultas se caracterizan por el desarrollo de las diversas profesiones. El
control social actual de las mismas, no da para muchas aventuras y sí para
infinitas vidas rutinarias al compás del horario laboral. Arsenio, nos quedamos
sin Calipsos y Circes. Lo nuestro no tiene remedio.
Otro
momento clave es la conferencia sobre los poemas de Tennyson y Cavafis tras la
imposible llegada a Itaca. Jay comenta: “Ahora que soy viejo, dijo luego, creo
que puedo entender la importancia de estar ahí intentando cosas, aunque
fracases. Como mínimo tienes que mantenerte en movimiento. Lo peor es quedarse
parado. Si te ocurre eso estás acabado”.
También
digna de reflexión, entre otras peripecias, es la visita al Hades y el
encuentro con Aquiles. Ulises le felicita por su elección y la gloria
alcanzada. Aquiles le dice, sin embargo, que preferiría servir a otro, atado a su gleba, a un hombre sin
patrimonio, sin hacienda, que ser el señor de los malditos muertos.
Y ya en
los cantos finales se desatan las relaciones familiares íntimas y únicas. Todas
las cabezas pensantes tienen relaciones íntimas y únicas. Aclaro, no todas las
cabezas son pensantes, más bien diría que abundan las que no piensan. “ Cuando
tienes esas cosas, esas que tienen las parejas, el vínculo permanece mucho
después de que todo lo demás se haya hecho irreconocible” (pág.350). Esto es un
hecho para las cabezas pensantes y, movido por la emoción, añade: “Total, que
podéis creerme, que su madre era una belleza”. El austero matemático se
desborda.
Insisto
un poco en lo de las cabezas pensantes. Hay cantidad de acciones cotidianas en
las que actuamos de forma inconsciente, automática. Estos mecanismos de
comportamiento automático permiten un ahorro de energía mental. Pero si te
planteas algo más profundo, la humanidad pensante siempre lo ha hecho, qué
somos, qué demonios hacemos aquí, hay decisiones que deben ser reflexionadas,
después queridas o al menos aceptadas, con una meta determinada, Itaca que
alcanzaremos o no. Y debemos actuar en consecuencia, con la responsabilidad
individual que hay que aceptar. Hoy día la gran masa humana se mueve por flujos
de información manipulados . Son cabezas no pensantes.
Como me
he ido, claramente, por los cerros de Úbeda, pueblo muy bonito, por cierto, me
tengo que bajar. Te insisto, el libro me ha gustado mucho. Es de los que vale
la pena leer con papel y lápiz pues tiene frases memorables.
Para
terminar te cuento mi Odisea de estos días. Uno de los nietos tiene su actividad
extraescolar estas semanas más o menos en Caspe con Bailén de 9,30 a 14,30. El
abuelo recoge al nieto, coge el autobús en Diagonal, más o menos a la altura de
El Corte Inglés. No hay ningún Polifemo que me ceda el asiento. Alguna Ninfa,
las hay encantadoras, me ofrece el suyo, pero claro , un caballero de Avila no
puede quitar el asiento a una joven. Total que llego a la Gran Vía parniquebrado. El viaje de
vuelta a esas horas, con el calor de estos días, mucho peor. Te confieso que
hago trampas y cojo un taxi. ¿ A que no
sabes cómo se llama ahora la nevera de casa? : Itaca…
Buen verano.
Un abrazo,
César