Blog de la Tertulia Literaria HERMES, que se reune en el restaurante EL REBOST DE LA PLANA de la plaça Trilla 3 de Barcelona
jueves, 24 de marzo de 2011
La historia y la novela 1
Decía Virginia Wolf que una novela es algo que le pasa a alguien en algún momento y en algún lugar. Una novela tiene, pues cuatro elementos de los que no puede prescindir: los hechos, el espacio, el tiempo y los personajes. Todos estos elementos ¿qué conforman? ¿La historia o la novela?
¿Qué es una novela?
Lo más seguro es que se responda que se trata de una historia. Una historia que tiene un principio un desarrollo y un desenlace. Por tanto, lo primero de todo es que una novela cuenta una historia.
¿Una historia es una novela?
La contestación es que no. Una historia no es una novela, es simplemente una historia. Hay multitud de historias que se pueden contar oralmente. Todo aquello que se pueda contar oralmente no es una novela. Es una historia, simple o compleja, que puede ser muy interesante o incluso muy divertida. Pero nunca será una novela. Porque novela, es decir, literatura sólo puede serlo aquello que necesite la escritura para ser contado.
¿Cuál es la importancia de la historia en una novela?
Hay dos maneras de definir la importancia de la historia en relación con la novela, y las dos son igual expresivas:
La primera: La historia es la espina dorsal de la novela. Sin historia, el cuerpo de la novela tendría dificultades para sostenerse. La historia le da consistencia. Pero es simplemente la base, ese esqueleto esencial que nos permite mantener el cuerpo erguido y movernos.
La segunda: La historia es el carril por el que circula la novela de principio a fin. Se trata de un simple carril. Pero la importancia de ese carril es extraordinaria porque nos da otra de las claves de la novela: el orden. La historia debe seguir una lógica que haga comprensible, es decir, un orden. Los hechos deber estar organizados en una secuencia temporal. Como decía E. M. Forster: Toda novela lleva dentro un reloj y el lector, mientras lee, está inconscientemente escuchando el tic-tac de ese reloj que es la secuencia temporal de la novela. Es el denominador común de todas las novelas. Pero sólo eso. No es la novela
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