Blog de la Tertulia Literaria HERMES, que se reune en el restaurante EL REBOST DE LA PLANA de la plaça Trilla 3 de Barcelona
viernes, 22 de abril de 2011
UNA SOLEDAD DEMASIADO RUIDOSA. B. Hrabal
El protagonista es un viejo trabajador en una prensa de papel instalada en un terrible sótano. Cada capítulo comienza con que lleva treinta y cinco años trabajando con papel viejo y, en el inicial, dice que esta es su love story. “Soy una jarra de agua viva y agua muerta y basta que me incline un poco para que me rebosen los más bellos pensamientos, soy culto a pesar de mí mismo...”.
Va salvando libros que le gustan hasta inundar todas las habitaciones de su casa,.incluido el WC. “ Los verdaderos pensamientos vienen del exterior. Los inquisidores del mundo queman los libros en vano, porque cuando un libro comunica algo válido, su ritmo silencioso persiste..., los pensamientos planean en el aire, yacen en el aire..., de la misma manera que la sangre está y al mismo tiempo no está en la sagrada forma...”
Más adelante, lo repetirá varias veces a lo largo del texto, “el cielo no es humano en absoluto..., no soy sino un tierno carnicero...” , y describe el placer con que asiste a demoliciones.. Y luego describe la necesidad de embellecer cada paquete con una buena obra o una reproducción de un cuadro famoso. : Goethe, Schiller, Nietzsche, Hölderlin, o Rembrandt, Hals, Monet, Manet..., hasta dar sepultura a una preciosa reliquia comparable al ataúd de un niño cubierto de flores marchitas. Su ruidosa soledad le lleva a cruzar las calles sin tener en cuenta coches, tranvías, peatones, perdido en una nube de libros. Como Don Quijote.
En el capítulo segundo describe, con mala uva, como preciosas bibliotecas terminan en Austria o Suiza a corona el kilo y lo enlaza con el fallecimiento de su madre. Después habla de los ratoncitos que preferentemente se alimentan de Goethe y Schiller. Asiste a la fiesta en el jardín de su tío, con la reproducción de la locomotora y donde el mismo espera instalar su prensa cuando se jubile, para hacer obras maestras.
El tercer capítulo se inicia con las amenazas de su jefe y se dirige a otros sótanos donde hay personas cultas, con educación universitaria, atados a su trabajo como un perro a su caseta y que aprovechan los ratos muertos para escribir la historia de su época, pues hoy día se obliga a los obreros a estudiar una carrera, mientras que a los especialistas con títulos superiores se les condena a ejercer de obreros. A continuación explica su visita a las cloacas donde describe las eternas luchas de los clanes de las ratas pues la potencia ganadora volverá a dividirse en dos bandos. “ Así comprendí la dura frase de Cristo : no he venido a traer la paz sino la espada”. Y prosigue con Hegel, a quien aterra lo fosilizado y alegra la lucha por conquistar una nueva vida. De vuelta a casa levanta la vista y apreciando las fachadas de Praga hace una canto a la belleza helénica, meta y modelo, que todos llevamos dentro y que sobrevive en las mentes gracias a los liceos que existieron antes de la guerra. Después, en el mismo capítulo habla de Maruja y los episodios del baile y la estación de esquí...
El cuarto capítulo es el de los papeles del matadero y las moscas. En los paquetes introduce El elogio de la locura de Erasmo, el Don Carlos, de Schiller o el Ecce homo de Nietzsche y, a la cuarta cerveza, entre los enjambres de moscas, tiene la aparición de Jesucristo y de Lao-Tse. Explica otras apariciones de sus abuelos y como a el, culto a pesar de sí mismo, le vienen Hegel, Schelling o Erasmo montado a caballo...
Jesús trabajaba al pie de una montaña y Lao-Tse en la cima. El joven exaltado quería cambiar el mundo y el anciano paseaba la mirada alrededor tejiendo la eternidad con el retorno al origen..., Jesús desbordante de fe ordenaba a la montaña que se desplazase y se involucraba en situaciones dramáticas y conflictivas, Lao-Tse en su dulce meditación, reflexionaba. Y, más adelante, ve como Jesús es un campeón de tennis, un play-boy y Lao-Tse un comerciante, un soltero abandonado por las glándulas...Jesús alza imperativamente un brazo y maldice a sus enemigos, es romántico, la marea alta, la primavera, el amor al prójimo el progressus ad futurum . Lao-Tse deja caer los brazos como las alas rotas de un cisne, es clásico, la marea baja, el invierno, el vacío, el regressus ad originem. Ese capítulo contiene también la descripción de los gitanos.
El capítulo quinto comienza con el entierro de su tío, el maquinista, a quien coloca un libro de Kant : “ el cielo estrellado sobre mi cabeza y la ley moral en mi interior son objeto de una renovada y creciente admiración y veneración...” .“ Cuando el tembloroso fulgor de una noche de verano se llena de estrellas titilantes y la luna alcanza su apogeo, me sumerjo en un estado de alta sensibilidad, amalgama de amistosa ternura y de menosprecio por el mundo y la eternidad...”. Y más adelante, en el sótano, mirando un fragmento de cielo estrellado : “ En el silencio de la noche, cuando los sentidos reposan calmados, habla un espíritu inmortal en un lenguaje difícil de designar, compuesto de conceptos, que es posible comprender pero difícil describir...” Y con La teoría general del cielo y los Girasoles de Van Gogh , ata los últimos paquetes. Aún tiene tiempo de reflexionar, tras la mirada de un ratoncillo, como Schopenhauer afirma que la más elevada de las leyes es el amor, que es compasión y por qué Arthur odiaba tanto al forzudo de Hegel, alegrándose de que no hubieran sido comandantes de ejércitos adversarios, pues habrían sido tan despiadados como los clanes de ratas del subsuelo... El capítulo no termina ahí pues después viene a visitarle en forma de Vía Láctea la gitanilla, cuyo cuerpo irradiaba una aureola, como la de San Ignacio de Loyola. En el otoño del penúltimo año de la segunda guerra mundial van a hacer volar una cometa que se convierte en Dios, el en su Hijo y el hilo en el Espíritu Santo...Después la gitanilla desaparece a manos de la Gestapo y arde en Maidanek o Auschwitz. “El cielo no es humano, aunque yo todavía lo era”. Y , al terminar la guerra, prensa, lleno de entusiasmo, a Hitler y todo su cortejo en toneladas de libros nazis. Es un buen homenaje al holocausto gitano.
El siguiente capítulo, es la visita a la prensa moderna, en un gran edifico acristalado, con los jóvenes uniformados que beben leche , que van a ir de vacaciones a Grecia, sin saber nada de Aristóteles ni de Goethe y que el podría darles charlas acerca del suicidio y de Socrates, Demóstenes o Platón. Intenta regenerarse bebiendo leche, pero le hace vomitar. Compara su trabajo al de Sísifo, descrito por Sartre y mejor por Camus. Después hace una visita a Maruja, a la que van a representar en una gran estatua con alas, y esta le cuenta como ha conseguido su mansión.
En el capítulo siete llegan al sótano dos jóvenes uniformados de la brigada socialista del trabajo y Hanka tiene un nuevo destino para envolver papel blanco...”El oprobio recibido me abismó en la locura”... Y en lugar de ver a San Ignacio con su aureola, ve a Séneca en la bañera y el libro que más le gusta : De la tranquilidad del ánimo...
En el octavo y último, volvemos a pasear por Praga, hay una buena enumeración de cervecerías. De vuelta al sótano se pregunta por qué dice Lao-Tse que nacer es morir y morir es entrar. Se prepara un nido dentro de la prensa, como Séneca, con una cita de Novalis : Cada objeto amado es el centro del paraiso terrenal. Y en el momento de la verdad, aparece de nuevo la gitana con la cometa y revela su nombre : ILONKA.
Esta es la novela más apreciada por su autor. En una época en que todos los valores anteriores se habían derrumbado y la humanidad sólo dependía de sí misma, el arte y también la literatura bajaban al nivel de la gente corriente y los marginados. Surgen esos personajes inauditos, estrafalarios, originales que provienen de fábricas o cervecerías y que suelen estar relacionados con episodios de su propia vida. Largos monólogos describen de forma naturalista diversas situaciones, sin ahorrarse nada escatológico, en su doble acepción de conjunto de creencias referentes a la vida de ultratumba y tratado de cosas excrementicias que a veces pueden golpear con fuerza la sensibilidad del lector, que puede saltar de la sonrisa al asco, para volver a la sonrisa o a un diáfano párrafo poético.
En definitiva, Una soledad demasiado ruidosa, es un conjunto de citas eruditas acerca del sentido de la vida, un canto a la literatura y al arte en general, un elogio del trabajo y de la identificación con el mismo, un pase de factura a la situación política checa que vende bibliotecas a peso o que pone a profesores a trabajar en calderas, una conmemoración del holocausto gitano mediante una maravillosa historia de amor, una cometa que sube al cielo..., y todo lo que Vds. quieran poner...
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