Hay ocasiones en que un pensamiento logra expresarse con las palabras adecuadas y entonces se produce "la proporción áurea", el lenguaje matemático de la belleza, la música de la esferas...Esto es muy difícil de mantener en todo un libro, pero , de forma súbita, puede aparecerte en un párrafo o un poema. Pessoa evoca polvo de flores y desierto. Aleixandre utiliza ges y jotas para reivindicar una orgullosa supervivencia. Pirandello , lleno de éxitos y honores en vida, dispone su desaparición a lo Francisco de Asís... Juzgad vosotros mismos.
...Ser en el agitarse de los mundos como una polvareda de flores, a la que un viento desconocido levanta en el aire de la tarde y el torpor del anochecer deposita al azar en cualquier sitio, imposible de distinguir entre cosas mayores. Ser esto con un conocimiento seguro, ni alegre ni triste, reconocido como el sol por su brillo y como las estrellas por su lejanía. No ser más, no tener más, no querer más...La música del hambriento, la canción del ciego, la reliquia del viandante desconocido, los pasos en el desierto del camello vacío sin destino...
De Fernando Pessoa, Libro del desasosiego, El Acantilado,2002, pág.58
Bajo la tierra el día
oscurece. Ave rara,
ave arriba en el árbol que cantas para un muerto.
Bajo la tierra duermo
como otra raíz del árbol que a solas en mí nutro.
No pesas, árbol poderoso y terrible que emerges a los aires,
que de mi pecho naces con un verdor urgente
para asomar y abrirse en rientes ramajes
donde un ave canta vivaz sobre mi pecho.
Hermosa vida clara de un árbol sostenido
Sobre la tierra misma que un hombre ha sido un día.
Cuerpo cabal que aún vive, no duerme, nunca duerme.
Hoy vela en árbol lúcido que un sol traspasa ardiendo.
No soy memoria amigos, ni olvido. Alegre subo.
Ligero, rumoroso por un tronco a la vida.
Amigos, olvidadme. Mi copa canta siempre,
Ligera, en el espacio, bajo un cielo continuo.
De Vicente Aleixandre , Antología poética, Alianza,1985, pág.96.
Mie ultime volontà da rispettare.
I. Sia lasciata passare in silenzio la mia morte. Agli amici, ai nemici preghiere, non che di parlarne sui giornali, ma di non farne pu cenno.Né annunzii né partecipazioni.
II. Morto, non mi si vesta. Mi s´avvolga , nudo, in un lenzuolo. E niento fiore sul letto e nessun cero acceso.
III. Carro d´infima classe, quello dei poveri. Nudo. E nessuno m´accompagni, né parenti, né amici. Il carro, il cavallo, el cocchiere e basta.
IV. Bruciatemi. E il mio corpo, appena arso, sia lasciato disperdere; perché niente, neppure la cenere, vorrei avanzasse di me. Ma se questo non si può fare sia l´urna cineraria portata in Sicilia e murata en qualche rozza pietra nella campagna di Grigenti, dove nacqui.
De Luigi Pirandello, en Album Pirandello, Mondadori, Milán, 1992, pág.312
Casa de Pirandello al lado de Agrigento y lugar donde están sus cenizas. |