viernes, 27 de febrero de 2015

REMACHANDO EL CLAVO

                                    Sostenella e no enmendalla.

                                    Pues sí : ya estoy otra vez con lo mismo.
                                    He leído estos días un libro de Norman Manea. El autor es un rumano afincado en EEUU. Novelista , ensayista, profesor. De origen judío.Sus primeros años de vida los pasó en un campo de concentración. Después , ya en la madurez, la censura del régimen rumano le hizo emigrar. El libro se titula La quinta imposibilidad. En diversos capítulos repasa la obra de diversos autores judíos, a veces no : Shalom Aleijem, Bruno Schulz. A propósito del Holocausto cita a Borowski, Primo Levi, Appelfeld (una vez leímos algo suyo en la tertulia), Cynthia Ozick, Elie Wiesel. También a Schlink( autor de El lector. Hay una buena película basada en este libro) o Sebald. Otro capítulo habla de Danilo Kis y su libro Enciclopedia de los muertos, También hay capítulos dedicados a Philip Roth y a Saul Bellow, mitos ambos de la novela del siglo XX. Otro al Nobel Kertész (autor, entre otras, de Sin destino). Appelfeld también tiene capítulo propio. Otro para el diario de Mihail Sebastian. El papel en aquellos tiempos de sus compratiotas rumanos Cioran o Elíade y de otros grandes escritores como el francés Céline o el noruego Hamsun. También hay capítulo para Giorgio Bassani, el novelista de Ferrara, El jardín de los Finzi Contini, por ejemplo. Y no pueden faltar Paul Celan y Kafka. Hay un capítulo, muy bueno, dedicado a una política comunista Ana Pauker. Fue ministra de exteriores rumana en la post guerra  y llegó a ser portada del Times como la mujer más influyente del año. No os cuento lo que pasó después.

                                    Para no ser pesado me he saltado numerosos nombres y citas , incluida Hannah Arendt y “la banalidad del mal” ( ya sabéis que mi tesis es que el mal nunca es banal, lo serán las personas, pero nunca el mal) . Sin embargo, no me resisto a copiar estas frases:

                                    Adorno afirmó que no se podía escribir poesía después de Auschwitz. Samuel Beckett puntualiza : Nada hay que expresar, no hay con qué ni desde qué expresarlo, tampoco hay el poder de expresarlo...y pese a todo es obligatorio expresarlo.
                                    El cristiano francés Léon Bloy dice : El antisemitismo es la bofetada más terrible que Nuestro Señor haya recibido en sus padecimientos. Dura para siempre y es la más sangrienta e imperdonable porque el Redentor la recibió sobre la cara de su Madre, la judía, y precisamente de manos cristianas.

                                    Ahora ya, sin esperar a fin de año, porque casi estamos en el comienzo, no tengo más remedio que recomendaros a una autora que me ha fascinado. Se trata de Cynthia Ozick. Pasa de los ochenta años. Autora de cuentos, novelas, ensayos. Hace poco se publicó Los papeles de Puttermesser    ( Ed. Mardulce).Me gustó mucho y en librerías o Amazon, he encontrado varios. En relato breve, para leer en una tarde Virilidad(Ed.bajo la luna) y El chal(Ed.Montesinos). En novela, varias, todas interesantes, pero mi preferida es Cuerpos extraños (Ed.Lumen).

De nada.


César.