miércoles, 26 de septiembre de 2012

TRILOGIAS

                                    I.- BARCELONA

                                    Esta trilogía ya la he recomendado más veces. Se trata de tres novelas de MARIO LACRUZ que sus herederos, con el título de Trilogía de la culpa han publicado en Editorial Funambulista (2009) en un solo tomo. Son El inocente, La tarde y El ayudante del verdugo. Ambientadas en la Barcelona de post guerra tienen mucho encanto. Alguno de vosotros , de los más listos, ya las ha leído. A mí, particularmente, me gustó, sobre todo, la primera, El inocente. Está considerada como la primera novela policíaca en español. Pertenecen a la época en que todavía no éramos una nació, pero en fin, no se puede ser perfecto...



                                    II.- ¡VIVE LA FRANCE!
                                   
                                    En un suplemento literario, Babelia, reciente (22-Sept.-2012), unos historiadores británicos, Beevor y Hastings que publican sendos libros acerca de la 2ª Guerra Mundial, recomendaban sus relatos preferidos acerca del conflicto. Para Hastings su relato preferido es Suite francesa, de IRENE NEMIROVSKY, Salamandra (2005). Ya sabéis, la huída de París de la autora y su familia. Retrato impresionante. La autora es arrestada en Julio del 42 y ese mismo año muere en Auschwitz.

                                    En la misma línea, pero con más suerte ya que sobrevivió y obtuvo la nacionalidad estadounidense en 1946, tenemos Huida en Francia, de SOMA MORGENSTEN, Pre-Textos (2005). Este autor , en la misma editorial, relata los últimos días de Joseph Rooth . También, va de trilogías, publicada por Ed.Funambulista tiene una trilogía, en tres tomos, con los títulos El hijo del hijo pródigo, Idilio en el exilio, El testamento del hijo pródigo . Es una entretenida saga de judíos en la Europa Oriental del Imperio Austrohúngaro...(ya está Garzón con lo mismo...). Para mi gusto no llega a mi admirado Bashevis Singer, pero, sin duda, es de excepcional calidad.

                                    La tercera obra de esta trilogía en el país de Allons enfants de la patrie, no es de la 2ª Guerra, sino de la 1ª, la del 14. Se trata de Monasterio negro editada primorosamente, aunque a un precio alto, por la editorial asturiana KRK(2012). El autor ALADAR KUNCZ, es húngaro y le atrapa, nunca mejor dicho, el inicio de la 1ª Guerra Mundial de vacaciones en Francia. El libro, autobiográfico, relata sus peripecias en campos de concentración franceses hasta 1919, por el mero hecho de ser húngaro. Inconcebible. Es un relato coral, magnífico. Se lee con la misma pasión que una novela o que la Suite francesa de Némirowsky. Esos campos, aún siendo muy duros, parecen hoteles de lujo  comparados con lo que luego fueron los campos de concentración en la 2ª Guerra.

                                    Otras precisiones : Beevor recomendaba Vida y destino de Groosman, Galaxia Gutemberg, una trilogía de Evelin Waugh que lleva el título de Espada de honor : Hombres en armas, Oficiales y caballeros, Rendición incondicional, publicados por Cátedra y Una mujer en Berlín, de autora anónima (Anagrama 2005).
Hastings, además de Suite francesa, también Una mujer en Berlín y el Diario 1935-1944, del rumano  Mihail Sebastian (Destino 2003), bien conocido de Mari Cruz.

                                    Con lo rápido que pasa el tiempo, especialmente para los viejos, falta muy poco para el centenario de la Guerra del 14. La distancia tiende a verla de manera romántica, pero si bien es cierto que así comenzó, terminó siendo una matanza espantosa, como lo son todas las guerras. Aunque supongo que saldrán de aquí a entonces muchos títulos, voy a recomendar algunos de mi propia cosecha.

                                    El best-seller fue Sin novedad en el frente, del alemán Erich María Remarque. Varias películas.

                                    En la misma guerra está ambientada Adiós a las armas, de Hemmingway. Varias películas.

                                    Dos relatos magníficos: Años inolvidables, de John Dos Passos y, sobre todo, Los cañones de Agosto, de Bárbara W. Tuchman, una historiadora norteamericana que escribe como los ángeles. Todos sus libros son espléndidos.

                                    La famosa Tempestades de acero, de Jünger, os confieso que me aburrió.

                                    Una obra excelente es El final del desfile, (Lumen 2009), de Ford Madox Ford, el amigo de Conrad. ¿Conocéis a este autor?. Tiene una novelita, El buen soldado, muy recomendable.

                                    A mi juicio, la obra maestra acerca de la 1ª Guerra es Los Thibault, del Nóbel francés Roger Martín du Gard. La publicó Alianza en seis tomitos y ahora, desidia española, desde hace años, no hay una nueva edición. Es un novelón fantástico. Si se reeditara, es de obligado cumplimiento.



                                    III.- ¡ESPAÑA,ESPAÑA!


                                    He descubierto , gracias a un artículo de Rosa Montero, un autor español del que he leído tres novelas seguidas, las tres en Seix Barral. Se trata de ADOLFO GARCIA ORTEGA, vallisoletano. Creo que ahora dirige, precisamente, Seix Barral para Planeta. Es articulista, crítico literario, tiene otras novelas anteriores pendientes de lectura por mi parte.

                                    La primera es de 2003, en Seix Barral de 2008., El comprador de aniversarios. Recrea la posible vida que pudo ser y no fue de Hurbinek, un niño de tres años mencionado en La tregua, de Primo Levi.

                                    La segunda , El mapa de la vida, de 2009, recrea los atentados del 11-M en Madrid.

                                    La tercera, de ahora mismo, 2012, Pasajero K, las atrocidades de la guerra de los Balcanes.

                                    La técnica es la misma. El autor trata de reconstruir el pasado o lo que la muerte interrumpió en las vidas de sus personajes. Hay preciosas historias de amor, originales viajes por Europa, recreaciones de un Madrid sorprendente.
                                    No os exagero, creo que es mi descubrimiento del año. Para comenzar, os recomendaría la primera,  más corta y de fácil lectura, El comprador de aniversarios. Os extracto un párrafo : Empujar, aterrar, golpear, destripar, escupir, abrir, sajar, insultar, desgarrar, apuntar, disparar, fusilar, clavar, arrojar, desmembrar, ahorcar, aplastar, degollar, inyectar, trepanar, desfigurar, amputar, triturar, abrasar, incidir, apuñalar, electrocutar, violar, contagiar, torturar, engañar, taladrar, hinchar, decapitar, cortar, ensartar, enterrar, estrangular, apalear y descoyuntar son verbos que los nazis aplicaban a los niños...
                                    Creo que es la mejor aportación española al imprescindible recuerdo del Holocausto.
                                    ¡Ay Garzón, ya nos llevaste otra vez al huerto!

P.D. Va sin ilustraciones porque ocuparía demasiadas páginas...

2 comentarios:

  1. No Garzón, no sientas remordimientos, que ya no somos mozuelas (claro que Lorca se la llevaba al rio y no al huerto) porque si vamos al huerto es con mucho gusto y con ganas de saber más. Por mi parte voy a ir acompañada de "Suite francesa", que hace tiempo que me ronda por la cabeza. Acabo de leer "Jezabel" y antes "El baile" y aunque son obritas menores de la desdichada Irene, me sugieren que su novela principal puede ser muy ilustrativa y a la vez apasionante. Solo faltabas tú con tu recomendación para acabar de decidirme.
    En cuanto a los títulos relativos a la 1ª Guerra Mundial, creo que "Senderos de Gloria" dirigida por Stanley Kubrick, y ambientada en las trincheras de Verdún, es una de las historias que mejor ha sabido transmitir el absurdo y la crueldad de las guerras. Por su mensaje antibelicista estuvo prohibida en varios paises.
    Hago mi pequeña aportación en el terreno cinematográfico ya que en el literario andais todos muy sobrados, conste que os lo digo con sana envidia.

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    1. Eugenia: Eres impagable. De las poquitas que me hacen un poco de caso. Te eché de menos el último día. Un abrazo, César.

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