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jueves, 23 de febrero de 2012
ANÁLISIS DEL MUNDO NARRATIVO DE ROSA CHACEL
La autora del siguiente trabajo ha analizado el mundo narrativo de dos novelas de Rosa Chacel, Memoria de Leticia Valle y La sinrazón. La importancia otorgada al conocimiento, la reivindicación feminista o el universo sensorial que envuelve estas obras son características comunes en toda la narrativa de Chacel, una de las escritoras más representativas de la literatura española del siglo XX.
Referencias
"Sinning in the delight of meditation: On the narrative of Rosa Chacel". Anton, B.ARBOR-CIENCIA PENSAMIENTO Y CULTURA, 182 (719): 377-384 MAY-JUN 2006".
El conjunto de la narrativa de Rosa Chacel participa de una misma búsqueda: la del camino que lleva a lo UNO; pero también la del vínculo entre conocimiento y desdicha, como expresión de una particular mística, al tiempo que como vía de entrada en uno de los corpus más sugerentes y complejos de la literatura española del siglo XX. El objetivo de este artículo es tratar de presentar esta apuesta, que es la de una filosofía, una teoría del conocimiento, pero también la de una práctica de escritura, a través del análisis de dos de las más conocidas y complejas novelas de Rosa Chacel: Memorias de Leticia Valle y La sinrazón.
Leticia, la protagonista de Memorias de tan sólo 12 años, desafía al conocimiento desde una madurez intempestiva que es capaz de tocar la esencia de las cosas, que opone el pensar del dato, de la anécdota, a su intuitiva realidad. Santiago, personaje principal de La Sinrazón, busca "la alta tensión en la que la actividad del pensamiento se desboca y trata de narrar razonablemente la agonía de la razón". Asimismo, muchos otros de los personajes de los relatos de Chacel se enfrentan al desafío del conocimiento, que es el de la propia condición humana.
Desde aquí, podría decirse que el mundo narrativo chaceliano, como eco de la crisis de las subjetividades y de los grandes ideales en el siglo XX, se desliza por el filo de aquello que la filósofa Simone Weil llamó la gravedad y la gracia: "Todos los movimientos naturales del alma se rigen por leyes análogas a las de la gravedad física. La única excepción la constituye la gracia". Así, los personajes de Rosa Chacel se agrupan en dos bloques: los que se dejan guiar por la gravedad y persiguen el conocimiento activo, dejándose arrastrar por el frenesí de la posmodernidad, y aquellos otros, tocados por la gracia, que desde una actitud de permanente espera, de clara inspiración budista, redescubren el valor de la sensorialidad primigenia, del tacto, del olor o de la caricia, del regazo de la madre. En este segundo lugar se ubican las mujeres, como conocedoras del lenguaje anterior a la entrada del ser humano en el mundo de la gramática, como poseedoras del saber de la gracia.
La reivindicación feminista de Rosa Chacel se aproxima a la de teóricas francesas como Hélène Cixous y, sobre todo, Julia Kristeva. Desde aquí, los textos de Chacel hacen lo que dicen y trabajan una escritura sonora que se toca y que se huele, convirtiendo su literatura en un universo de infinitos sentidos y matices.
Beatriz Ferrus
Departamento de Filología Española
Universitat Autònoma de Barcelona
Beatriz.Ferrus@uab.cat
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