Me parece muy buena idea dedicar alguna reunión a Tabucchi, autor entrañable. Se lo merece sobradamente.
Dándole vueltas a la ultima reunión, la de Rosa Chacel y Las memorias de Leticia Valle, se me ocurre que la autora creó una especie de niña superwoman. Inadaptada en su propia casa por sus problemas familiares, pero sobre todo por su afición de lectora precoz. Quiere ser luego una maestra de las labores de aguja, propio de la formación de primeros del siglo pasado, pero asciende de escalón fascinada por Luisa, la burguesa catalana, por lo que se ve , paradigma y meta de la burguesía hispana. (Todavía es Luisa, más que Doña Luisa. Estamos lejos de la comicidad de lo políticamente correcto). Se le cae la baba ante su talento con el piano, pero, más, ante sus vestidos o sus habilidades culinarias, también muy propio de la formación de la mujer de principios de siglo.Pero, ¡ay!, eso no es todo. Quiere absorber, además, las dotes intelectuales y los conocimientos de Don Daniel, ( no Daniel, otra incorrección política). Y esto último, creo, es la gran aportación de la autora. Escrito el libro ahora, estaría desfasado : ninguna borda, todas van a Zara, pocas cocinan y puede que alguna toque el piano..., pero todas leen, van a conferencias y exposiciones, han ido a la universidad y niegan que vean Tele 5. Lo que me resulta menos creíble es que todos esos prodigios Leticia los logre entre los 11-12 años de edad. Es demasiado. Así terminó el pobre Don Daniel... Moraleja : Varones, si os cruzáis con un prodigio semejante, salid corriendo...
La presentación del libro y de la autora por parte de Maite, irreprochable. Has trabajado con ganas...
No estoy de acuerdo con Mari Cruz en que Eilis, la protagonista de Brooklyn, sea adulta y varonil. A mí me parece un retrato femenino espléndido, con sus angustias, indecisiones, ambivalencias sentimentales, voluntad de superación...Y, como en las películas americanas, también los personajes secundarios son magníficos.
Y de lo que estoy más contento es del enriquecimiento de Hermestertulialiteraria, que no hace huelga. Ya sabéis, si os aburrís en Semana Santa, entrad en Hermes. Distracción segura.
César Garzón.
Blog de la Tertulia Literaria HERMES, que se reune en el restaurante EL REBOST DE LA PLANA de la plaça Trilla 3 de Barcelona
viernes, 30 de marzo de 2012
lunes, 26 de marzo de 2012
MUERE ANTONIO TABUCCHI
PROPONGO LA NOVELA "SOSTIENE PEREIRA" PARA LA TERTULIA DE MAYO
Él lo confesó en alguna entrevista: muy frecuentemente soñaba en portugués. Antonio Tabucchi, el novelista italiano enamorado de Pessoa, de Lisboa, de Portugal y de la lengua portuguesa, murió la mañana de hoy domingo, a los 68 años, de un cáncer en el hospital de la Cruz Roja de la capital lusa, donde será enterrado el jueves, dando tiempo, según explicaba su viuda, a que se acerquen a Lisboa todos sus amigos franceses, italianos y españoles. Los telediarios portugueses, los boletines de radio, las ediciones digitales de los periódicos abrieron durante todo el día con la muerte de un escritor al que consideran suyo. Y su voz, en su perfecto portugués lastrado por su sonoro acento italiano, se colaba en muchas entrevistas que le recordaban y en las que, entre otras cosas, aseguraba que una gran parte de sí mismo era portuguesa. "Tengo una casa en Lisboa, mi mujer es portuguesa, mi familia es medio italiana y medio portuguesa", añadía, como explicación.
Su mitad italiana también se ha emocionado con la noticia de su muerte. No en vano Tabucchi, fue para muchos jóvenes italianos su primera relación sentimental con la literatura. Nació en Pisa en plena guerra mundial y conservó siempre la misma casa de infancia de la Toscana: "Nací el 24 de septiembre de 1943. Aquella noche los americanos empezaron a bombardear Pisa para liberarla de los nazis. Mi padre, subido en una bici, nos trajo a mi madre y a mí hasta aquí, donde vivían los abuelos".
Traducido a 40 idiomas, era el escritor italiano más conocido en el extranjero, el orgullo de una Italia de la que no estaba orgulloso en gran parte por culpa de Silvio Berlusconi. Porque Tabucchi, además de autor de obras inolvidables –Sostiene Pereira, Dama de Porto Pim, Nocturno hindú o Réquiem—, fue muchas cosas más. En Italia, por ejemplo, era notoria su actividad como apasionado de la política y brillante polemista. En los últimos años, su bestia negra –y la de Italia—era Silvio Berlusconi. Su útlimo artículos publicado, que apareció en EL PAÍS coincidiendo con la caída del anterior primer ministro, se titulaba precisamente Desberlusconizar a Italia, que empezaba así: "Los mercados europeos han 'despedido' a Silvio Berlusconi. Es un alivio saber a un monstruo semejante apartado de la vida pública. Pero no será tan fácil desberlusconizar Italia ni erradicar el microbio que ha difundido por toda Europa".
En 2004 obtuvo la nacionalidad de un país al que pertenecía, de hecho, desde hacía muchos años
Siempre supo dónde estaba. En un encuentro en Florencia en 1998, le confió al también escritor Manuel Rivas, que le preguntó, si no se sentía fuera de juego por su desencuentro con la tecnología: "Bueno, ¿sabe usted?, el fuera de juego es una posición que me conviene. En el fondo, todos los escritores están un poco fuera de juego, y sobre todo están fuera de juego los que creen que ocupan el centro del campo…".
Traductor de Pessoa
Tabucchi estudió y tradujo al mayor escritor portugués de todos los tiempos, Fernando Pessoa (1885-1935), al que también convirtió en héroe de ficción en algunos de sus escritos. Pero además se implicó a fondo, como en Italia, en la vida pública portuguesa. El secretario de Estado de Cultura, el escritor y editor Francisco José Viegas, resumió así el sentir de muchos: "Tabucchi no era solo el amigo íntimo de Lisboa, el amigo íntimo de nuestra literatura, el gran divulgador de Pessoa, era el más portugués de todos los italianos". Su novela más conocida, Sostiene Pereira, cuenta la historia de un periodista tristón, solitario y adicto a las omelettes a las finas hierbas de los cafés lisboetas que decide jugársela un día contra la dictadura de Salazar. Tabucchi no limitó su compromiso a la literatura: apoyó explícitamente a Mário Soares en su candidatura a la Presidencia de la República y, posteriormente, se presentó como candidato del Bloco de Esquerda para el Parlamento Europeo. En 2004 obtuvo la nacionalidad de un país al que pertenecía, de hecho, desde hacía muchos años antes, tal vez desde que en su juventud descubriera con asombro la obra de Pessoa y decidiera aprender portugués para poder leer sus libros en su lengua original.
Zita Seabra, responsable de la editorial Quetzal, donde Tabucchi publicó muchas de sus novelas en portugués, ha recordado a la agencia Lusa su conocimiento profundo del alma portuguesa, su rigor a la hora de aprobar las traducciones que se hacían de sus obras en portugués y su "mal genio" cuando la llamaba por teléfono porque el butano se le había acabado o el aspirador había dejado de funcionar.
La Casa de Pessoa de Lisboa le rendirá un homenaje particular: el 2 de abril organizará la lectura del único libro que Tabucchi escribió directamente en portugués, Réquiem. Antes, el jueves, será enterrado en el cementerio dos Prazeres, al norte de Lisboa, donde, en 1935, también fue enterrado Fernando Pessoa.
Artículo publicado en el diario "El País" el día 26.03.3012
domingo, 25 de marzo de 2012
"BROOKLYN" DE COLM TÓIBÍN POR MARI CRUZ HERNÁNDEZ
PRESENTACIÓN DEL LIBRO “BROOKLYN” DE COLM TÓIBÍN EN LA TERTULIA DEL 16 DE FEBRERO DE 2012.
Texto de MARI CRUZ HERNANDEZ
La emigración es una fuente temática constante en la literatura, generadora o inductora de grandes novelas de la que la mayoría hemos disfrutado, como por ejemplo:
Las Cenizas de Ángela, Frank McCourt, premio Pulitzer 1996, autobiográfico
Amor y Exilio, de Isaac Bashevis Singer, publi 1984, España 2002, premio Nobel 1978, autobiográfico
La Ignorancia de Milan Kundera, primera edición, abril 2000
Contra el Viento, Ángeles Caso premio planeta 2009
Mamá, Jorge Fernández Díaz,
Hermosos textos literarios, que nos han ido desgranando las emociones de sus personajes al cambiar de vida, al irse, al volver. Podríamos hablar, de la sacudida emocional que produce vivir lejos del lugar que consideras tú casa. La sensación de ser expulsado de tu propia vida para vivir, voluntariamente o no, una vida distinta. Una vida que no es la tuya. La construcción de una nueva identidad, sin poder del todo renunciar a la propia. La nostalgia de lo vivido en el lugar de origen y la mezcla de recuerdos. La añoranza de lo que no vives ni vivirás por estar en otro lugar, un lugar ajeno, que no te pertenece, que no sientes tuyo, que eres a veces un intruso, otras un extraño muchas, no eres nada, alguien sin vínculos ni identidad.
“Brooklyn”, arranca en Enniscorthy una pequeña ciudad irlandesa, a mediados de los cincuenta , Eilis una jovencita cuyo padre ha muerto hace solo unos meses, vive allí junto a su madre y su hermana de 30 años. Si bien son una familia pobre, no pasan grandes dificultades. Los tres hermanos mayores de Eilis se han ido de casa para trabajar a Dublín. Eilis es feliz en este mundo pequeño y sin cambios. Un mundo de personas estáticas, falto de grandes acontecimientos, basado en el transcurrir tranquilo de lo conocido. Un día, Eilis descubre que su hermana y su madre - de las que ella no se hubiera separado por nada-están de repente interesadas en que se vaya a Estados Unidos. Gracias a la mediación de un cura católico ha surgido allí posibilidad de un trabajo mejor pagado y quieren que ella aproveche la
Con gran la tristeza por la fuerza de los vínculos que deja atrás, Eilis acepta marcharse. Una vez Brooklyn, consigue acomodarse a su nuevo entorno y salir adelante trabaja en unos grandes almacenes e inicia estudios de contabilidad. Asiste también a los bailes de la iglesia parroquial, poco a poco va creando una nueva rutina. Su ciudad de origen va quedando cada vez más lejos. Las imágenes de su hermana, o de su madre, las amigas, con las que llenaba inicialmente sus tiempos de soledad, son remplazadas por otras nuevas. Imágenes repletas de personajes y conflictos pertenecientes a su nueva vida. Conoce a un chico llamado Tony e inicia una relación sentimental donde aparecen nuevos personajes y nuevos conflictos. Conoce a Tony con el que inicia una relación sentimental.
Un día recibe la noticia del fallecimiento de su hermana. Eilis se Siente impotente, desesperada por la lejanía, Le cuesta asumir el fallecimiento de su querida Rose. Se apoya mucho en Tony, su novio para superar la tragedia. Acaba incluso manteniendo relaciones sexuales con él, a pesar de ser este un acto contrario a la educación católica que ha recibido. Paradójicamente, los problemas que le causa la trasgresión de esta barrera moral, van haciendo de antídoto ante el dolor por la muerte de la hermana. Recibe una carta de su hermano pequeño, hablándole de la soledad y el dolor de la de la madre, e induciéndola a regresar. Eilis le deja leer la carta a Tony. Tony se angustia comprende hasta que punto es cierto que ella tiene otra vida, una vida que no le pertenece, y que seguramente es para ella más importante que él. Tiene miedo a perderla. Piensa que si se va, ya no volverá. Afligido por estas ideas, le pide a Eilis que se case con él, ella acepta, más por temor a perderle que por convencimiento.
Al volver a su ciudad se siente extraña, feliz de haberse marchado, de no pertenecer ya a ese lugar, no hay comunicación con la madre. Ni ella ni ninguna otra persona le preguntan por su nueva vida, por el tiempo que ha pasado lejos de allí. Es como si esa parte de su vida no existiera, o como si el tiempo no hubiera pasado, nadie quiere saber. Como si pudieran, sin más, amputarle esos años de su vida. Eilis vuelve a empezar donde estaba al marcharse, y poco a poco se deja vencer por el nuevo y a la vez viejo entorno. Vuelve a salir con sus amigas, y, dejándose llevar una vez más inicia una relación con otro chico. Se da cuenta entonces de que no estaba en realidad enamorada de Tony. Retrasa Su viaje de vuelta, y no abre las cartas que le envía su marido, metiéndolas en un cajón, como si pretendiera encerrarlas al igual que ese tiempo que ahora le parece tan distante. Esta inmensa en una nueva realidad y Brooklyn acaba por parecerle un sueño lejano. Pero de nuevo la realidad se impone y se impone por lo que se oculta Eilis está atrapada y tiene que volver
En esta novela Tóibín nos pone de manifiesto sus temas favoritos, la emigración, Irlanda, La familia, la homosexualidad. La sociedad. Es como un cuadro figurativo con un personaje principal muy iluminado y pequeños focos para que miremos en conjunto, podemos contemplar el comienzo del consumo, de los grandes almacenes, los derechos de los negros, el lesbianismo. Los personajes son muy de sociedad inglesa mantien sus emociones cautivas en el interior.
La novela está narrada en tercera persona u omnisciente limitado, es así, como nos llegan las situaciones y las demás personas.
Es una novela tranquila bastante conservadora técnicamente, discurre por caminos conocidos. No hay innovaciones ni riesgos formales. Se lee bien y es entretenida
Tiene sin embargo, un gran defecto, el personaje principal no me parece coherente ni creíble. Eilis, es una jovencita de edad indefinida, entiendo que de unos 17-20, años. Es lista, parece inteligente, sin embargo, su pensamiento, su modo de relacionarse, de actuar, corresponde más a una persona adulta y un tanto varonil.
En la foto Mari Cruz Hernández con la escritora y poetisa cubana Carla Oliver Labra
viernes, 23 de marzo de 2012
PRESENTACIÓN DE LA NOVELA "MEMORIAS DE LETICIA VALLE" DE ROSA CHACEL POR MAITE DEL AMO
Por Maite del Amo
Tertulia del día 22 de marzo de 2012
Es la 3ª novela de Rosa Chacel. Se publicó en Buenos Aires en 1945. En España se publica por primera vez en 1971.
Novela con cierta complejidad que te exige atención. La autora ha delegado la narración y el protagonismo enteramente en una niña de doce años, Leticia, que representa mucho más de la edad que le ha otorgado la autora. Tiene mucho en común con la niña Chacel, pero a pesar de los recuerdos y de las conexiones, la ficción domina sobre lo autobiográfico. Es considerada la novela más conocida, pero según diferentes opiniones seria La sinrazón su obra maestra.
La realidad que se nos presenta es el mundo que ve y que interpreta Leticia, sus sueños, sus fantasías. Un personaje complicado, victorioso desde el principio, una niña que sabe utilizar los adultos de una manera sutil. Un personaje con capacidad de sorprender al principio y al final. Al inicio de la novela nos alerta de algo extraordinario, ” En todo lo de antes no pienso; lo veo dentro de mi; cada uno de mis minutos es uno de aquellos, pero pensar, cuando me pongo a pensar, solo se me ocurre; el día 10 de marzo cumpliré doce años”. ¿Qué nos puede contar una niña de esa edad?
Empieza a jugar con lo oculto, Leticia anuncia un desenlace "inaudito" tomando prestado el término de su padre, y sin dar más datos sobre "lo que sucedió" se vuelca a la tarea de "ir hacia atrás". El tratamiento de lo inaudito es uno aspecto interesante en la novela, lo inaudito de Leticia por lo nunca oído y lo inaudito de su padre por lo monstruoso, lo inconcebible.
La acción se inicia en Valladolid (1910) Leticia pertenece a una familia acomodada, huérfana de madre que vive con una tía. Su padre está ausente, en la guerra de Marruecos. No ha ido apenas a la escuela, es una niña inteligente y autodidacta que devora los libros, provista de una marcada mentalidad hacia la fantasía, a los
acontecimientos secretos y dudosos.
Cuando vuelve el padre de Marruecos herido, se trasladan al pueblo de Simancas Allí, Leticia tiene más libertad, su tía ya no está tan pendiente de ella. Durante un tiempo, todas aquellas cosas que antes le preocupaban dejaron de interesarle, abandona los libros y se dedica a comer y perder el tiempo bajo las amenazas de su tía que se iba a “embrutecer”.
Se incorpora a la escuela del pueblo, por las tardes, a hacer labores y la maestra le propone estudiar música en casa de doña Luisa.
A partir de aquí en que Leticia entra en casa de doña Luisa y don Daniel, es donde se desarrollará toda la trama de la novela, formándose un triangulo infranqueable. La relación que se establece con doña Luisa es de amistad, pasan muchas horas juntas. Aparentemente parece que no acurra nada, no hay apenas acción, es la descripción de un mundo cerrado con un devenir cotidiano aparentemente insignificante.
La novela construye y documenta paso a paso la creciente fascinación de Leticia por don Daniel. Ya la primera vez que vió a don Daniel, tiene un impacto especial para la niña, "Parece un rey moro", le comenta a su amiga cuando pasa por su lado. Del día en que se conocen personalmente, Leticia recuerda vívidamente la experiencia del primer contacto físico con él: “cogió en un puñado todos sus tirabuzones y llegó a su casa "enteramente embebida en este recuerdo".
La sola idea de que don Daniel vaya a ocuparse de su educación tiene a Leticia en un estado de inquietud, temiendo haber perdido los conocimientos adquiridos, resultado de la vida que ha llevado desde su llegada a Simancas a consecuencia de la pereza, el haberse zambullido en el mundo de las mujeres y haber abandonado la concentración de estudio, dice “sentí un asco de ser mujer que me quitó la fe hasta para llorar”
Leticia intuye, desde antes de su primera lección, el carácter competitivo y la tensión emocional que va a entrañar su relación académica con don Daniel. Ambos se embarcan en una batalla casi sin cuartel, en un pulso donde cada uno se mueve con cautela, descubriendo y midiendo sus propias fuerzas y las del otro.
Leticia admira lo muchísimo que él sabe y no puede evitar un gran desconsuelo cuando no puede seguirle. Los conocimientos de don Daniel es algo ante lo que Leticia está totalmente indefensa, que la pueden alejar de él sin que ella sepa cómo oponer la más mínima resistencia.
Celoso él en más de una ocasión por la atención que Leticia presta a doña Luisa, don Daniel se resarce con frases sarcásticas comentando las actividades de ellas dos durante la hora de clase, continuando esta con explicaciones inasequibles para la niña.
La actitud del maestro despertaba en la niña "algo así como una ambición, como una venganza y como una ilusión encantadora al mismo tiempo". En este estado de ánimo se enfrasca Leticia en la tarea de memorizar el poema de Zorrilla, "La carrera", para su recitación en público durante el homenaje que el pueblo rinde a la maestra. Escena curiosa, en la que Leticia se permite corregir a Zorrilla en la escritura de un verso y tacharlo de provinciano. El protagonista del poema es un rey moro y la recitación por parte de Leticia parece como si se lo dedicara a don Daniel. Ella provecha la situación de poder que le da el escenario y desde ahí establece una comunicación de tú a tú con don Daniel, sentado en primera fila, que lo deja, ahora a él, turbado y desconcertado.
Si el arma de don Daniel es su erudición, la de Leticia, que usa con éxito y con plena consciencia de lo que quiere lograr, es la de concentrarse mentalmente en el sentimiento del horror que una vez descubrió en la mirada de él, con el fin de provocarlo de nuevo.
Entre Leticia y Daniel se producen un juego de miradas que ella no llega a comprender, pero le gusta.
En ocasiones la mirada de Leticia parece querer penetrar o absorber físicamente a don Daniel cuando describe su rostro. La atención sobre el cuerpo de don Daniel alcanza el grado máximo de sensualidad y erotismo en el pasaje donde Leticia descubre el torso velado de don Daniel.
Uno tiende a no tomar en serio, o a dejarlos pasar sin darles la importancia que al final resultan tener, todos esos comentarios y observaciones de Leticia sobre don Daniel. Son tomados como fantasías, veleidades, "niñerías" en definitiva.
A pesar del empeño que pone doña Luisa para que Leticia aprenda música, ella está cada vez más atrapada en el juego con Daniel.
Leticia después de hacer reflexiones sobre la incertidumbre y sobre la intuición, toma aire y opina que el relato que está narrando, le parece insípido y monótono, apareciendo sentimientos de angustia y miedo ante secretos inconfesables, preparando al lector para los hechos que acontecerán.
A causa del limitado trato que tenía con él fuera de las horas de estudio, ella hace que aumente el empeño en el juego y la provocación de gestos y miradas que en él despertaba irritación y acritud. Daniel ha de apartar la mirada de ella, le vienen “fantasmas horrorosos”, era exactamente lo que ella quería provocar con sus pensamientos. Lo "no oído" —no sopesado, no tenido realmente en cuenta— lo inaudito, no se disuelve en el olvido, sin todo lo contrario. Sabe encontrar el momento oportuno para aparecer en escena y entonces lo hace con la fuerza de una explosión. No es descrito pero se intuye. Se produce el escandalo, el deshonor. Y don Daniel se quita la vida.
A raíz de una obra de Dostoyewski en la que una niña es seducida por un hombre y la niña se ahorca. También por un escándalo acontecido en un pueblo de Valladolid donde un maestro de escuela seduce a una niña, Rosa Chacel decide hacer una novela en que sea una niña la que seduzca a un señor y sea éste quien se quite la vida.
Esta claridad en el planteamiento, éste llamar a las cosas por su nombre es lo que, sin embargo, jamás se hace en la novela. Para Leticia la palabra "seducción" no existe todavía. La niña se embarca en la tarea de contar una experiencia que no tiene nombre para ella. Leticia describe pero no nombra.
Rosa Chacel nos muestra una novela siendo capaz, de que sin decir nada decirlo todo, y creando tensión entre el decir y el callar.
BIOGRAFÍA DE ROSA CHACEL
Biografía Rosa Chacel Arimón
Sobrina nieta de Zorrilla, Rosa Chacel Arimón nació en Valladolid el 3 de junio de 1898. Ella misma reconocía que haber nacido en el 98 constituía su orgullo más pueril. Creció en un ambiente liberal donde forjó, sin haber pisado en su niñez colegio alguno, una personalidad independiente, a la vez que adquiría una amplia cultura literaria y una autonomía de pensamiento poco frecuentes en una niña. A los tres años leía perfectamente, recitaba de memoria poemas de Zorrilla y de la tradición romántica, y mantenía con sus padres discusiones poco habituales: “desde niña le interesó siempre lo que era y lo que podría llegar a ser”.
La familia se traslada a los 9 años a Madrid, al Barrio de Maravillas, titulo que dará a uno de sus libros que trata de esa època
En 1915 ingresa en la Escuela de Bellas Artes en San Fernando interesada por la escultura, que dejó 2 años después. En esta escuela conoce al que será su marido, el pintor Timoteo Pérez Rubio, conocido también por que se encargo de sacar las obras de arte del Museo del Prado y otras colecciones al estallar la guerra civil.
En 1918, se integra al grupo del Ateneo de Madrid, alternando con Valle-Inclán., Empieza a familiarizarse con los filósofos contemporáneos y a escribir sus primeros relatos.
En 1921 contrajo matrimonio con el pintor con quien tuvo un hijo y vivirían en Roma hasta el 1927. En estos años recibe la influencia de Joyce, Ortega y Gasset, Proust, Unamuno, Freud, Nietzsche, Gómez de la Serna y Juan Ramón Jiménez.
Rosa Chacel presenció el nacimiento del cine, del arte y de las literaturas vanguardistas, o sea el auge de los Modernos. Toma contacto con el Futurismo en Roma y con el Surrealismo en París, además de estar vinculada con el Ultraísmo español. En ella las influencias que más se dieron fueron las de Ortega y Gasset y las de Joyce.
La vida errante de Chacel influye de modo importante en su mundo literario e intelectual. Está al tanto de la actividad vanguardista y del pensamiento de fin de siglo, siendo principalmente una escritora de envergadura más bien europea. No sólo es europea por su estilo, sino también por la universalidad de lo que escribe.
A su regreso a Madrid, en 1927, Chacel entra en el circulo de Ortega y Gasset , colabora en la Revista de Occidente iniciándose en el mundo de las letras con la publicación de dos relatos Chinita Migone (1928) y Juego de las dos esquinas (1929) y en La Gaceta Literaria con el ensayo Esquema de los problemas culturales y prácticos del amor (1931). En 1930 se publica Estación. Ida y vuelta, cuya forma y estilo la aproximaron a un tipo de objetivismo descriptivo, que años más tarde definió el llamado Nouveau roman. Ese mismo año Chacel comienza a escribir una biografía de Teresa Mancha, la amante de Espronceda, que le había sido encargada por Ortega y Gasset para su colección Vidas extraordinarias del Siglo XIX.
En 1933, Chacel se ausenta de Madrid a causa de una “depresión intelectual” y viaja a Berlín donde conoce la política del Tercer Reich, experiencia que repercute en su segunda gran novela “moderna”, La sinrazón, libro que no publicará hasta 1960.
Al estallar la Guerra Civil se compromete con la República, colaborando con revistas como El Mono Azul, Caballo verde para la poesía y Hora de España. Publica su primer libro de versos, A la orilla de un pozo, y termina Teresa, que por causa de la guerra no aparece en España hasta muchos años después.
En 1938 se ve obligada a emigrar y se exilia en París, donde empieza a escribir Memorias de Leticia Valle.
En 1940, huyendo del nazismo se instala en Río de Janeiro con breves estancias en Buenos Aires. En este año empieza a escribir un diario que luego será recogido y publicado en dos tomos con los títulos Alcancía. Ida y Alcancía, Vuelta.
En 1945 se publica Memorias de Leticia Valle, en Buenos Aires. En 1951 ,Chacel publica su primer libro de cuentos, Sobre el piélago.
En 1958 publica dos libros de ensayo Juan Ramón Jiménez, maestro de poesía y Poesía de la circunstancia. Cómo y porqué de la novela.
En 1959, viaja a Nueva York con una beca con el proyecto de escribir un libro de ensayos erótico-filosóficos, que terminaría llamándose Saturnal.
En 1961 vuelve a Río y empieza a escribir Desde el amanecer. También aparece en México un nuevo libro de cuentos titulado Ofrenda a una virgen loca.
Entre 1961 y 1971 se produce un silencio. La situación económica de la familia es comprometida. En 1971 publica su libro de relatos, Icada, Nevda, Diada, y también sus ensayos sobre las confesiones de Cervantes, Galdós y Unamuno, libro cuyo título es La confesión. En 1972 aparece Saturnal y el libro autobiográfico Desde el amanecer, relativo a sus primeros 10 años de vida.
Casi desconocida durante muchos años, debido a su situación de exiliada, el tardío reconocimiento le llegó en plena vejez creadora, dando magníficos frutos literarios de un complejo tejido memorialístico, ensayístico y fabulador. En 1973 vuelve a España donde su nombre ha alcanzado ya el prestigio que tantos años se le negara.
En 1974 empieza a escribir una triologia, publicándose la primera en 1976 Barrio de Maravillas. En 1977 muere su marido, y a partir de entonces Chacel se establece en Madrid de modo permanente. En 1978 salen Versos prohibidos, sus poemas más personales.
En 1980 se estrena la película Memorias de Leticia Valle filmada por Miguel Ángel Rivas.
En 1981 publica la biografía de su marido Timoteo Pérez Rubio y sus retratos del jardín .y Novelas antes de tiempo.
En 1982, se editan sus diarios Alcancía. Ida y Alcancía. Vuelta; en 1984 el segundo libro de la trilogía, Acrópolis y en 1986, un volumen de ensayos con el título Rebañaduras.
El tercer tomo de la trilogía, aparece en 1988 con el título Ciencias naturales.
Y sus dos últimos libros publicados en 1989, son unos relatos infantiles con el titulo Balaam y otros cuentos y un ensayo titulado La lectura es secreto.
En 1987, Rosa Chacel recibe el premio Nacional de las Letras Españolas.
En 1988 es nombrada hija predilecta de Valladolid.
En 1989 recibió el titulo de doctora “Honoris Causa” por la Universidad de Valladolid.
Premio Castilla y León de las Letras (Junta de Castilla y León) en 1990
Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid (Comunidad de Madrid) en 1992
Premio Ciudad de Barcelona de Literatura en Lengua Castellana en 1993
En 1993 recibe la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes
Murió en Madrid en 1994.
Rosa Chacel fue fiel a su vocación pese a mil circunstancias adversas: autodidacta, marginada en un mundo de hombres, pobre y exiliada, supo construir una obra fuera de los parámetros aceptados para literatura escrita por mujeres.
Considerada como una de las mejores prosas que se han escrito en castellano después de la generación del 98 : sensual y poética, capaz de aprehender y gozar el mundo hasta en lo más humilde, y a la vez especulativa y abstracta.
Era una mujer ambiciosa, el mayor drama literario de Chacel: fue que quiso ser un gran escritor —en masculino—, pero fue siempre vista como una "mujercita" y tratada en consecuencia.
Cuando frecuentaba el Ateneo y la tertulia de Revista de Occidente, no se encontraba a gusto. Sentía que una mujer, en un mundo de hombres, está siempre en falso: no tiene autoridad, a menos que se la den, no la inteligencia y la cultura, sino la belleza, el dinero, la posición social. "Mis dificultades en el mundo no han sido nunca literarias. Han sido, en realidad, dificultades sociales, no supe desenvolverme como mujer sin una peseta. Ortega no me intimidaba intelectualmente. Pero el grupo de señores a su alrededor... yo me sentía mal.
La vida de Rosa Chacel quedo profundamente marcada por el escaso reconocimiento, el ostracismo voluntario e involuntario, el exilio de casi 40 años y las penurias económicas la volcaron a vivir con cierta amargura que se desprende en las diferentes citas publicadas en su diario de Alcancía.
Chacel luchó siempre por hacer participar a la mujer del pensamiento filosófico, científico, político y artístico de su época y que algunas de sus opiniones son difícilmente entendibles fuera de su contexto histórico.
En las novelas de Chacel pueden encontrarse fácilmente dos visiones contradictorias sobre la mujer. La primera de ellas la “pasividad”, la “entrega exclusiva a las labores domésticas”, el “escaso ejercicio intelectual”, espejo de una sociedad tradicional y retrasada. La segunda idea de mujer se encarna principalmente en los personajes protagónicos dotados de una inteligencia superior, de habilidad, fortaleza de carácter y conocimiento.
MAITE DEL AMO
martes, 6 de marzo de 2012
A propósito de MIDDLEMARCH
Para Olga. César Garzón Querol.
Para completar lagunas de ignorancia antes de que se junten y se conviertan en una mar océana , he leído estos días MIDDLEMARCH, de GEORGE ELIOT, gran novela clásica. La tenía hace algún tiempo en la colección Letras Universales, de ediciones Cátedra. Son 949 páginas de letra pequeñita, así que mi pereza para meterme con ella está un tanto justificada. Nunca es tarde si la dicha es buena.
La novela cuenta las relaciones de varias parejas en el medio rural inglés hacia los años 1830, sus aciertos y errores, caracteres y modos de pensar y las reacciones sociales a su conducta. Por utilizar el símil zoológico , diría que es una novela “estampida” que así se llama la carrera de múltiples animales ante un peligro común... George Eliot (1819-1880), en la realidad Mary Ann Evans, es la narradora omnisciente. Pertenece a ese extraordinario grupo de mujeres novelistas inglesas. Entre otras : Jane Austen ( 1775-1817) es un poco anterior. Orgullo y prejuicio, Sentimento y sensibilidad, Emma, las hemos visto en magníficas películas inglesas. De las hermanas Bronte, conocemos, al menos, Jane Eyre, de Charlotte (1816-1855), Cumbres borrascosas de Emily (1818-1848). Las de Anne (1820-1849), son menos conocidas aunque alguna de las suyas esté traducida al español. Mary Ann Evans que utilizó el pseudónimo para evitar el desdén entonces existente hacia las mujeres, fue, además, periodista, editora de una revista, ensayista, gran lectora en varios idiomas, incluidas las lenguas clásicas. Lo que hoy diríamos una intelectual de tomo y lomo. Es la época de Dickens(1812-1870) del que tanto oiremos hablar este año.
Pues bien, a propósito de la reseña de OLGA sobre LA INMORTALIDAD de M.KUNDERA, quiero citar algún párrafo de Middlemarch.
En el prefacio aparece Santa Teresa, cuya naturaleza apasionada e idealista exigía una vida épica ..., y encontró su epopeya en la reforma de una orden religiosa. Después, en el mismo y precioso prefacio, nos dice que hubo muchas Teresas que no encontraron una vida épica..., como cisnes que se crían entre patos en un pardusco estanque sin encontrar el riachuelo vivo en compañía de otros de su especie... ( seguro que Andersen había leído esto...)
Y ya en el epílogo, en el final del libro, nos dice : Una nueva Teresa apenas tendría la oportunidad de transformar la vida conventual. Tampoco una nueva Antígona aplicaría su heroica piedad en arriesgarlo todo para enterrar a su hermano. El ambiente en que se cuajaron estos ardientes actos se ha extinguido para siempre. Pero nosotros, gente insignificante, con nuestros actos y palabras de cada día preparamos las vidas de muchas Dorotheas ( una de las protagonistas del libro)... El efecto de su ser en los que tuvo alrededor fue incalculablemente expansivo, porque el creciente bien del mundo depende en parte de hechos sin historia, y que las cosas no sean tan malas para tí o para mí como pudieran haber sido, se debe en parte a los muchos que vivieron fielmente una vida oculta y descansan en tumbas no frecuentadas... Y así termina Middlermarch.
La conversación de Goethe y Hemingway en La inmortalidad es descorazonadora. En una época llena de ruido y necedad , la fama es un pálido recuerdo. En el XIX Santa Teresa y Antígona , aunque ya no eran figuras habituales, pervivían como modelos de conducta. Ahora perviven si nos dicen que Teresa era epiléptica o Antígona se representa con un desnudo integral. La fama ha de conciliar circunstancias, tiempo y lugar y no es repetible . Hay que huir si ser famoso es lo que vemos y padecemos cada día de los que se consideran famosos .Es mejor no ser famoso y pensar que nuestros efectos pueden ser incalculablemente expansivos ...Descansemos en tumbas no frecuentadas...
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