Soy partidario de seguir, más
o menos, un “hilo” en las lecturas. Leer acerca de un tema, un autor sin
limitarse a una sola obra,( salvo que ya sea un clásico y esa sea la obra),
un país, bien sea su historia literaria o su producción actual. Una lectura
aislada de un autor reciente, poco conocido, aunque sea best-seller, nos va a
dejar poca huella salvo que lo relacionemos con su entorno, a no ser que Blas
polemice, Cristian lo desmenuce o nuestro Antonio Priante lo estudie en su
blog, digno de toda recomendación. Siguiendo el curso de este pensamiento, al
hilo del 14, no podíamos pasar este año sin hablar de la Primera Guerra Mundial
donde el mundo va a cambiar de forma definitiva en todos sus aspectos y entra en una etapa que termina con lo que
estos días se conmemora: la caída del Muro de Berlín. Caen cuatro imperios y
nacen varias naciones. Comienza con escuadrones de caballería y uniformes
románticos, pasa por increíbles carnicerías y termina con la aparición de los
tanques , el auge de la aviación, el bombardeo de población civil. Termina el
“clasicismo” en todas las artes: pintura ( pienso que los impresionistas son
los últimos clásicos), música, arquitectura y, por supuesto, la literatura.
Leed Viaje al fin de la noche, acordaros de dadaístas y surrealistas, aunque,
quizás, la literatura es lo que mejor ha resistido. No debe ser nada fácil leer
un libro “abstracto” o “dodecafónico”. Se ve que los letraheridos tenemos mejor
criterio.
Conmemoramos este año el 100
aniversario de la 1ª Guerra Mundial . Me parece imprescindible hablar de ello ,
aunque es bastante imposible decir algo original sobre el tema . Varias
historias clásicas y actuales la estudian con detalle y las obras de narrativa
, poemas y testimonios son innumerables. Citaré, a mi juicio, las más
importantes y de autores bien conocidos.
Alemanas y austriacas :
-Tempestades de acero, Ernst Jünger, Anagrama.
Terminas de trinchera un poco harto.
-Sin novedad en el frente,Erich María Remarque,Edhasa.
La más popular. Varias películas.
-La marcha Radetzky , Edhasa
-La cripta de los capuchinos, Acantilado.Ambas de
mi muy admirado Joseph Roth
-El mundo de ayer, Stefan Zweig, Acantilado.
Imposible no citarlo.
Inglesas :
-El final del desfile,Ford Madox Ford, Lumen.
Magnífica. Enciclopédica.
-El retorno del soldado,Rebeca West,Edhasa. Muy
entretenida.
-Los siete pilares de
la sabiduría,T.E.Lawrence. Para Oriente
Medio, nada mejor.
-Adios a todo esto, Robert
Graves,Edhasa. Todo un clásico.
Norteamericanos :
-Adios a las armas,
E.Hemingway.Varias ediciones. Varias películas.
-Años inolvidables,John Dos
Pasos. Varias ediciones.
-Los cañones de Agosto,Bárbara
Tuchman, Península.Sin ser novela, uno de mis favoritos de una de mis
autoras favoritas.
Checa :
-El buen soldado Svejk,
Jaroslav Hasek, Destino, Círculo de lectores. Un clásico de un país de
donde proceden Kafka, Hrabal, Kundera...
Franceses :
-El miedo, Gabriel Chevalier,
Acantilado. Según la crítica, escalofriante.
-El viaje al fin de la noche,
L.F.Celine, Edhasa y otras eds. Novela que hay que leer alguna vez en la
vida.
-Los Thibault, Roger Martin du Gard. Los
publicó Alianza en seis tomitos y ahora es inencontrable. No puedo entender que
en 2014 no se haya reeditado. Extraordinaria historia familiar y de la época.
Uno de mis novelones imperecederos.
Recientes : Nos vemos allá
arriba, Pierre Lemaitre, Salamandra. 14, Echenoz, Anagrama , que hoy nos
ocupa.
Y termino con Vicente Blasco
Ibañez y Los cuatro jinetes del Apocalipsis. Gran éxito en su época filmado
más de una vez.
Para los perezosos, películas.
-Senderos de gloria, de
Kubrick. Ahí está todo.
-Gallipoli, Peter Weir.Sobre
el desastre de los australianos en los Dardanelos. Preciosa.
-Lawrence de Arabia, David
Lean .Por supuesto. ¿Cuantas veces
la habéis visto?.
-La gran guerra, Mario
Monicelli.Con Silvana Mangano, Gassman, A.Sordi. De obligado cumplimiento.
Las famosas batallas del Isonzo, frente de los italianos.
-Capitán Conan, Bernad
Tavernier. Interesantísima.
-War horse, Spielberg. Reconozco
que me lo pasé bien, junto con los nietos mayores.
Hay varias versiones de Sin novedad en el frente y de
Adiós a las armas, también acerca de aviadores (El barón rojo), dirigibles y
otros temas resultones en pantalla. Bueno, ¿Quien no se acuerda de Gary
Cooper en El sargento York?. A este paso no terminamos nunca.
No cito , a propósito, libros de historia propiamente
dicha. Este año se han publicado varios excelentes.
14
En tamaño es una obrita y , sin embargo, recoge en sus
pocas páginas todos los enfoques desde
los que un francés pudo vivir su Gran Guerra. El papel de los franceses en la
siguiente catástrofe, la segunda guerra mundial, fue mucho más reducido. Todos
los pueblos franceses conservan su monumento a los héroes y caídos en la
primera guerra. También fue la guerra de los ingleses, que perdieron a toda una
generación, de los alemanes por supuesto, a los que sirvió de aperitivo para la
siguiente, de los rusos a los que cambió la historia de forma radical, turcos,
italianos y otros muchos pueblos, o mejor ciudadanos o , mejor todavía,
personas, víctimas de, siendo suave, la insensatez de personajes como el kaiser
y otros impresentables. Y me parece que todavía no hemos aprendido lo
suficiente. Reconozco que cuando oigo pueblo o poble, como genérico de
habitantes de un territorio, no como sustantivo que nombra a un pequeño núcleo urbano, me pongo a temblar. Esta aversión la hago
extensiva al concepto de pueblo como portador de una verdad eterna revelada, muy propio de las religiones monoteístas y
no hace falta que las nombre.
Un agradable
sábado de verano , convocados por las campanas, entre vino y euforia,
los jóvenes son llamados para alistarse. En días sucesivos se les da ropa, se
les adscribe a una escuadra, compañía, regimiento, brigada, división, cuerpo de
ejército. Desfilan vistosos y alegres y
son enviados al frente, al matadero, sin que ellos tengan aún la menor
conciencia : la guerra va a ser cuestión de pocos días.
Una anécdota sentimental , Blanche, mantiene la trama
narrativa.
Mediante la descripción minuciosa del equipamiento ,
contenido de la mochila, por ejemplo, se nos va introduciendo en las penosas
condiciones de vida del soldado.
El capítulo siete ya narra los inicios de la aviación y la
muerte del guapo Charles.
Y , en seguida comienzan los combates. Capítulo 8.
Los capítulos 10 y 11 describen la batalla diaria en las
trincheras (págs.56 a 68). No se puede expresar mejor el horror en menos espacio. Anthime ya es un inválido y
le felicitan por la suerte que ha tenido. En su mayoría los soldados eran campesinos,
trabajadores del campo, artesanos o menestrales, población más bien proletaria
entre la cual quien sabía leer , escribir y hacer cuentas como Anthime no eran
los más...(comienzo pág.57). Siempre pagan los mismos.
El capítulo 12 es
el de los animales. El autor pasa revista a los mamíferos, aves, peces,
insectos de la zona que vuelven a encontrarse como en la Prehistoria, con
mención especial de piojos y ratas.
El 13 es el de la deserción de Arcenel, por pura
inocencia, ni siquiera cobardía.
En la retaguardia la vida sigue y los inválidos han de
adaptarse , los negociantes hacen su Agosto sin ningún escrúpulo. Blanche y
Anthime consiguen que la vida se siga propagando.
Si las grandes batallas o la cita de grandes generales es
la visión histórica, Echenoz consigue , a base de la descripción sucinta pero
precisa de hechos y objetos humildes y cotidianos , la visión de la guerra
desde las personas, desde el individuo que estaba allí y vivió aquello. Con esa
economía es capaz de despertar en nosotros lectores una visión en
cinemascope de aquella atrocidad. Le importa más el cómo ocurre el
acontecimiento que el acontecimiento en sí y para ello da vida a los
personajes, pero también a los objetos o los animales, casi como un científico,
y, sin arrebatos sentimentales, te mete de lleno en lo que quiere contarte. El comienzo alegre y confiado, la
transformación paulatina de aquellos soldados, la terrible e inútil guerra de
trincheras , singular y estúpida matanza con medios cada vez más atroces, los
gases, por ejemplo, la vida en la retaguardia
(Nos vemos allá arriba, de Pierre Lemaitre, describe a los
aprovechados de la guerra), con el deterioro de la vida cotidiana, los
negocietes , la difícil readaptación de los inválidos.
No quiero privarme del tópico : lo bueno si breve , dos
veces bueno.
Jean Echenoz. Tiene 67 años. Vive en París. Es
Premio Médici, Premio Goncourt por Me voy, la he leído, también en
Anagrama. Tiene otros premios más y es
candidato al Nobel. He leído su trilogía : Ravel, acerca del músico, Correr,
muy bonita, acerca de Zátopek y Relámpagos sobre Nikola Tesla , ingeniero
nacido en Croacia, de origen serbio, todo ello entonces imperio austro-húngaro,
que hizo su carrera en EEUU ¿ os acordáis de la película El truco final?. En esa película sale Tesla.
El estilo de Echenoz siempre es similar. A base de
detalles descriptivos de objetos, atuendos, exposición breve de
acontecimientos, sin pasión , te sumerge en una atmósfera de gran veracidad.
Recuerda al reciente Nobel Patrick
Modiano.
Siguiendo a Echenoz, me aplico la máxima de Gracián. En mi caso, ya que no bueno, al menos seré
breve.
César .