(Nuevamente en tiempos atribulados acudo a
esta web consoladora. ¿Por qué atribulados?. Si los curas hacen proclamas
políticas, como en tiempos de los carlistas, o se cita a los niños en los
colegios para hacer “la fiesta de los pijamas”, mi cerebro se hunde en la
miseria. Respecto a lo primero, lo tengo claro, mi propia Religión me prohíbe
volver a entrar en una Iglesia en esta ciudad. Respecto a lo segundo , me
dedicaré en cuerpo y alma estos días a cuidar de mis nietos ya que está este mundo
lleno de violadores de-mentes. Juntad la
preposición y el nombre si queréis. Así que vamos a aturdirnos en la literatura
como en una orgia perpetua única manera de soportar este periodo de la existencia).
La
edad no perdona. El caso es que con el paso de los años si eres lento de
pensamiento te llegan las ideas con más minutos de retraso ; si eres un poco sordo te vuelves bastante
sordo; si la mesa de la tertulia te parecía larga, ahora ya es kilométrica…Aun
así, la última tertulia fue espectacular ya que la calidad de Juan Pablo
Villalobos como pedagogo y conferenciante absorbe y abduce la atención de los
que tuvimos la suerte de estar allí. Pocas veces en tan poco tiempo nos han
explicado los diferentes procesos de la construcción de una novela : el tema, los personajes, el estilo, el
ritmo y otros mil detalles que se me escapan. Este chico vale mucho.
De
vuelta a casa pensaba en el comentario acerca de la posibilidad de que en el
futuro cambie el canon literario y que las que ahora tenemos por obras maestras
sean sustituidas por otras. Por supuesto que no lo sé y no lo veré. Creo, sin
embargo, que nuevas obras no deben usurpar el puesto de las antiguas. El cine
de Tarantino no invalida el de Ford, por citar a un clásico. El Padrino
permanecerá, y, también la saga de Bourne con su estética de videoclip. En el
primero, también saga, las emociones vienen a oleadas, te identificas y
reconoces a los personajes, los diálogos, como buen cine, no son muy
abundantes, pero son necesarios. En Bourne, yo lo he hecho, podéis probar a
verla sin sonido , se entiende igual y os sigue manteniendo atados a la
pantalla. Eso significa que como cine o sea lenguaje de la imagen, es
excelente. Carol, de Todd Haynes, director de pocas películas, pero esta os la
recomiendo de forma encarecida, filma como Minnelli y el resultado es una maravilla.
¿ Cómo clasificar La gran belleza de Sorrentino?. Increíble mezcla del
Renacimiento, el Barroco y el Decamerón trasladado al siglo XXI…El tema es
inagotable y podíamos seguir horas .
Me parece que el problema o uno
de los problemas subyacentes es “el tempo”. Tarantino debe entusiasmar a los
que manejan el móvil con una mano mientras recogen el billete en la puerta de
entrada del metro con la otra y , sin apartar la vista del móvil, vuelven a
teclear con las dos manos en cuanto pasan la puerta. Es un ritmo febril,
asombroso, trata de ir por delante del tiempo. Fantástico. Seguro que las
palabras que escribe son fragmentadas o sólo siglas, la sintaxis suprimida y
posiblemente el mensaje indescifrable para el que no esté al tanto de ese código.
Si fueran a ver La gran belleza, por equivocación, claro, se saldrían a los diez minutos de haber comenzado.
No voy a
pedirle a nadie que me crea, lo equiparo a la estética de Bourne . No es
“realista-costumbrista”, el propio autor
nos lo ha dicho. Su imaginación crea peripecias bastante inverosímiles, aunque
a veces la realidad supera a la ficción, no divaga, los personajes son
caricaturas posiblemente de otros perfectamente reales, las situaciones se
van encadenando con su propia lógica a un ritmo apreciable.
Me llamo Lucy Barton, estaría en la
línea estética de la película Carol, película de miradas, gestos, alguna
confidencia, breves resúmenes de circunstancias anteriores, sentimientos a
tope, empatía segura.
¿Cambiará el
canon?. Guerra y paz, El Quijote, Rojo y negro, Madame Bovary, El Gatopardo y
tantas otras, ¿dejarán de gustar?. Ellos se lo perderán. Mi experiencia me dice
que la lectura es la actividad que me ha producido más satisfacción durante más
tiempo, y, como ahora todo tiene que valorarse así, con menor coste económico.
Que no me falte.